miércoles, 18 de julio de 2018


DEL CAUDILISMO AL LIDERAZGO DEL PARTIDO


Por. ARMANDO RIBÓN AVILÁN
Sociólogo.
Coordinador diario ALAS DE LIBERTAD

Había empezado a escribir este artículo una vez finalizaron las elecciones presidenciales en Colombia, pero, esperado que decantara un poco la situación y los ánimos de parte del tenebroso grupo que ganó, así como de los grupos que apoyaron a Petro, pensé que era mejor esperar hasta ver los resultados en México con AMLO ya que por lo que voy a decir, resultaba básico conocer esos resultados.

También he esperado estos más de 10 días después de los resultados allí, aunque por los sobrados resultados de AMLO, es evidente que no era necesario como en Colombia, sin embargo, por prudencia decidí esperar

El triunfo de AMLO en México ha confirmado que es posible para los que sueñan, construir un proceso alternativo al poder de la extrema derecha, mediante la confluencia de muchas fuerza: políticas, sociales, sindicales, campesinas, estudiantiles, ambientalistas, grupos de la diversidad, mujeres organizadas en torno a los diferentes discurso feministas, gentes sin partido, grupos religiosos de avanzada, desmovilizados/as, y demás.

Creo que en el progresismo (si es que existe realmente más allá del discurso, su caudillo y la chapa) se sigue evidenciando una preocupante miopía política en la lectura que hacen sobre los votos obtenidos por el excandidato Petro; no tienen claro que no son 8 millones de votos por el excandidato, que esos 8 millones corresponden a la sumatoria de varias fuerzas, inclusive revolucionarias,  partidos políticos, ciudadanos del común sin organización partidista y mucha juventud con muy pocas ideas de política pero con grandes esperanzas de cambios importantes para Colombia.
 
Además de los problemas e incoherencias ideológicas que tiene el progresismo en general, principalmente su caudillo, o tal vez por eso,  se evidencia un incipiente proceso organizativo como partido político, capaz de movilizar masas más allá de una voluntad electorera.

El llamado progresismo no tiene programa político claro por lo que se presenta moldeable a cada intervención o a cada interés del excandidato y lo peor, que le pasó durante toda su campaña, la agenda de su discurso se la dictaba la derecha: hable de tal cosa, hable de Venezuela, hable de izquierda, hable de expropiación y el excandidato así lo hacía, eso es por la falta de plataforma política clara y del programa político coherente.

Petro y el petrismo sin quererlo o tal vez sí (creyendo captar más votos), cayeron en el propio discurso neoliberal (y todo lo neoliberal es de derecha) del desconocimiento de la carta magna de Naciones Unidas y de los Países No Alineados sobre la SOBERANÍA Y LA LIBRE AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS, hablando del proceso revolucionario chavista y de Venezuela, con los mismos argumentos y puntos de vista de la extrema derecha orientada desde el imperialismo, es decir allí se encontraron, cosa que no le fue posible hacer con la izquierda.

El progresismo si quiere convertirse en una alternativa de poder, necesita organización por barrios, por zonas por ciudades por regiones por departamentos, pero para eso, debe tener claro su PLATAFORMA POLÍTICA y su programa de gobierno como partido y a partir de allí, ver con quien se construye la alternativa de poder, cómo se llega a la confluencia de fuerzas necesarias para acabar con el dominio que la extrema derecha colombiana ejerce en el poder por más de 200 años.

Ahora, la plataforma y programa político no puede ser producto de la brillantez de una persona sino de la construcción colectiva de un partido que se llame democrático, eso no niega ni saca a los liderazgos, por el contrario, los fortalece y los empodera.

Vuelvo y traigo a AMLO,  fue capaz de movilizar a los pobres de México, 30.113.483 sufragios a su favor (PEÑA NIETO ganó apenas con 19 millones de votos); de los 30 millones de votos, AMLO logró movilizar 20 millones de POBRES; esos pobres que son un grupo humano inmenso en Colombia al cual el candidato Petro y al petrismo (como se llaman algunos que seguramente no son o no han entendido que es eso del progresismo) no quiso llegar para que no llamaran de izquierda, porque se comprometió a gobernar con un modelo que llamó CAPITALISNO SOCIAL O HUMANO, todo lo contrario a AMLO  que se comprometió con un programa totalmente de izquierda a gobernar principalmente para los pobres.  

AMLO  al igual que Evo, que  Chávez y sus sucesores, tiene claro que su proyecto si es de izquierda, que NO EXISTE EL CAPITALISMO HUMANO (y no nos salgan con el pésimo chiste que Petro lo va a construir) que eso es una contradicción ideológica, filosófica y conceptual. (eduquen a sus dirigentes para que éstos eduquen a sus bases)

Recordando a Chávez (ya lo había dicho), independientemente de lo que se piense de él, fue capaz de aprovechar esa simpatía inicial que el pueblo tenía por él como caudillo, para convertirla en organización política, construyendo una PLATAFORMA POLÍTICA de la cual se desprende un programa político, por supuesto una organización como partido y en especial, una formación política a las bases del partido y al pueblo.

Chávez y los chavistas logran organizar el PSUV con 6.5 millones de afiliados que responden precisamente a su plataforma y a su programa político como un partido y, lo han demostrado en las elecciones y cada vez que el PSUV los llama; el cierre de la campaña de Maduro fue con un millón de personas en Caracas   (los petristas hicieron fiestas porque llevaron a la plaza de Bolívar, siendo amplios en cifras, unas 50 mil personas).

Lo del chavismo con los 6.2 millones de votos logrados en su victoria electoral (según los seudo-intelectuales latinoamericanos, que parecen de la CIA, todos quieren la caída de Maduro), aún en plena e implacable guerra económica fueron un éxito inobjetable; esto y el acuerdo programático en el GRAN POLO PATRIÓTICO (lo conforman más de 20 organizaciones políticas de Venezuela) son una lección que el excandidato Petro no quiso y no ha querido aprender; ha preferido dar un paso más a la derecha, criticar a Venezuela, negar sus logros y avances y como muñeco de  ventrílocuo, repetir lo que la derecha le hace repetir sobre el proceso bolivariano.

¿Qué dirán ahora que PSOE Y PODEMOS en España declararon normalización de relaciones con Venezuela basados en el respeto a la soberanía y a la libre autodeterminación de los pueblos y AMLO en México ídem?

Otro buen ejemplo organizativo podría ser el de PODEMOS en España, que se ha convertido en partido político con aspiraciones de poder y con buena y creciente influencia entre gran parte del pueblo español, todo eso gracias a un proceso organizativo serio, cuidadoso, riguroso, (algo que nuevamente le digo a los petristas, no tienen y no se han interesado en lograrlo).

El petrismo necesita entender que además de contar con alianzas políticas con movimientos y partidos con los cuales se construya un Frente Común, que ese Frente no es común en torno a un caudillo, sino Común bajo una plataforma política de oposición, capaz de enfrentar el dominio mafioso y narcoparamilitar que domina la política colombiana.

En MEXICO, AMLO llega a la presidencia del país después de 3 intentos, abortando 3 partidos políticos y creando uno que él lidera; construyeron organización, llegaron a las bases, rompieron de facto con los dudosos, los traidores, los paracaidistas  (oportunistas) y fortalecieron su plataforma política por lo tanto su programa de gobierno, DICIENDO CLARAMENTE QUE ERA UN PROGRAMA DE IZQUIERDA DIRIGIDO PRINCIPALMENTE A LOS POBRES DE MÉXICO; hicieron campaña pueblo a pueblo, región por región hasta consolidar el gran movimiento que los llevó al poder.

A los petristas parece que es muy duro poder sacarlos de las redes y convencerlos que el pueblo pueblo, no tiene redes sociales, no tienen internet, que están allá en sus veredas, corregimientos, barrios, resguardos, tierras colectivas, en los barrios obreros y populares, pero parece que , muchos petristas estaban convencidos que esto se da por generación espontánea,  por la brillantez de su candidato, cosa que no es tan cierta, (era el menos malo, lo otro era vergonzoso), por la simpatía de su candidato (como vieron no era tal; otros hablan de problemas de su personalidad) es decir que había que redoblar esfuerzo, pero no solo en las redes, ERA TAMBIÉN EN LAS CALLES, CON EL PUEBLO.

Ahora a los petristas hay que decirles, si quieren ver ejemplos a su derecha, vean el caso de Ciudadanos en España, hoy a punto de ser el 1er partido del país.

Finalmente, es evidente el gran entusiasmo de la juventud en la campaña progresista, pero es indudable también la baja formación política que tiene la juventud colombiana en general; la juventud se desborda en pasión y eso se evidencia en la entrega y el amor con el que hacen las cosas, pero, esa pasión sin formación política no conducen más que a una perversa admiración por un caudillo, que lo dice y lo piensa todo.

A esa juventud hay que apoyarla para que se convierta en militancia, en liderazgos, en cuadros políticos, capaces de dirigir un partido y capaces de transformar la voluntad popular gracias a procesos organizativos.

No fueron 8 millones de votos por el progresismo, recuerden los maniqueos que, ahí van votos Verdes, del Polo, de MAIS, del PC, de los Comunes, de gente que no es progresista ni petristas pero que son antifascistas, antiparacouribestias, antimperialistas y/o revolucionarios, que no son votos endosados para próximas elecciones, que los votos no son parte de un rebaño que ustedes adquirieron, que no son votos para apoyar  a candidatos amigos y familiares de Petro en las de alcaldías, concejos y gobernaciones como ya sugieren; el poder popular se construye y para eso deben FORMARSE e ir a lo popular.


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